La penosa verdad es que medio millón de mujeres embarazadas mueren en Perú cada año. La mayoría de estas muertes podrían ser evitadas si el gobierno instalase ayuda médica igualitaria en todo el país. La mayoría de la mujeres en riesgo son pobres, viven en zonas rurales y son de origen indígena. Cómo en muchos lados de América, los derecho de los indígenas en especial no son respetados. Amnesty International lucha desde distintos ángulos para lograr que éstos se respeten  y ayudar también a sus defensores locales que muchas veces hasta ponen en riesgo sus vidas. Las voces de estas mujeres rara vez son escuchadas por oficiales gubernamentales, y nosotros quisimos incluir este mensaje e información para que llegue a un sector de la población mayor, para que deba ser oído y para que las condiciones de salud y de vida de estas mujeres pueda mejorar – para poner fin a la indiferencia. En esta campaña se buscó generar impacto. Incluimos mayor dramatismo que en otras campañas porque sentimos que el tema lo amerita.